LA CONCIENCIA MORAL COMO UN
REQUISITO PARA EL MATRIMONIO ECLESIÁSTICO
INTRODUCCIÓN
De acuerdo con
el Derecho canónico que señala que el matrimonio eclesiástico es una alianza
indivisible entre un hombre y una mujer, también se debe considerar la
conciencia moral como un requisito para el matrimonio eclesiástico, ya que esta actúa como una voz que guía el
actuar tanto del hombre como de la mujer, en las decisiones que tomaran para
llevar una vida en común orientada a amar y respetar a su cónyuge.
DESARROLLO
Al respecto de la conciencia moral el Catecismo de la Iglesia
católica señala que la conciencia es el acto por medio del cual el hombre razona
sus actuaciones, para por medio de ello evitar el mal y hacer el bien. Cuando
escucha la conciencia moral, el hombre prudente puede sentir la voz de Dios que
le habla, y de este modo crea un vínculo entre la dignidad humana y la
conciencia moral, el punto de conexión
radica en que el buen actuar de la persona está incluido en la dignidad de la
misma, la persona debe estar en base a lo justo y lo bueno siempre y cuando este amparado en Dios y en
la ley, esto ocasiona que la persona sea temeraria de Dios y así pueda actuar
de mejor manera ante el mundo dando resultados divinos y un matrimonio adecuado
La conciencia
moral es intrínseca del ser humano, la cual puede adaptarse para que sea buena o para que
sea mala, la educación es la base
de la adecuada conciencia recta y
veraz la misma que se forma con la educación, con la
asimilación de la Palabra de Dios y las enseñanzas de la Iglesia. Se ve
asistida por los dones del Espíritu Santo y ayudada con los consejos de
personas prudentes. Además, favorecen mucho la formación moral tanto la oración
como el examen de conciencia. Es decir que la base de un matrimonio eclesiástico
que mantenga la unión con Dios y que cumpla con su palabra, tendrán en el
futuro, frutos agradables a la vista de Dios y del mundo, siendo un ejemplo
adecuado para sus hijos y para la sociedad en sí.
La conciencia sigue tres reglas:
·
Nunca
está permitido hacer el mal para conseguir el bien.
·
Has
todo lo que quieras que los hombres te
hagan a ti.
·
La
caridad supone siempre el respeto del prójimo y la conciencia permite aceptar
lo bueno sobre lo malo.
El hombre siempre debe obedecer al juicio cierto de su propia conciencia, la cual, sin embargo, puede
también emitir juicios erróneos, por causas no siempre exentas de culpabilidad
personal. Con todo, no es imputable a la persona el mal cometido por ignorancia
involuntaria, aunque siga siendo objetivamente un mal. Es necesario, por tanto,
esforzarse para corregir la conciencia moral de sus errores.
CONCLUSIÓN
Finalmente la
conciencia moral es un requisito
fundamental del matrimonio eclesiástico, ya que del obrar de cada uno dependerá que la
relación se fortalezca o debilite dentro del vínculo matrimonial. Siendo
que la conciencia y sobre todo el temor a Dios harán que nuestros actos estén siempre
enmarcados en lo que moralmente acepta la sociedad, pero sobre todo lo que ante
los ojos de Dios es correcto. Para de
este modo llegar a formar verdaderos hogares donde prevalezca el respeto, el
amor, la fidelidad y el ejemplo para nuestros hijos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario